SENTIR EL FRACASO ANTE LA VIDA

Triunfar-fracasar

¿Quién no se ha sentido vencido en algún momento de su vida?
El fracaso es una emoción intensa, vital, dolorosa, inevitable y, en ocasiones, beneficiosa para el desarrollo personal. Ahora bien, Hay que distinguir entre la sensación de fracaso ante algo concreto, y la sensación que sobreviene sin motivo.

Las cosas pueden marchar relativamente bien y el sujeto sentirse abatido y hundido, incapaz de resolver el más mínimo contratiempo y con la sensación de fallar y haber fracasado de forma general, arrancando de sentimientos de inferioridad («uno cree que es un completo inepto y que no tiene futuro») o acompaña a rachas depresivas, por lo que no hay razonamientos que valgan.

Sensación permanente de haber fallado, de no haber logrado nada, de no tener posibilidades, que afecta al pasado, al presente y que permanecerá en el futuro.

Una reacción casi esperada de forma inconsciente es sumirse en la frustración, la renuncia y el abandono; ésta es una de las vivencias más desalentadoras que se pueden sufrir y el individuo se convierte en un ser inoperante, sumido en la tristeza y en la incapacidad para superarse a sí mismo. El sujeto pierde la iniciativa, la capacidad de lucha, la resistencia a las eventualidades, cae en fases depresivas y puede desear morir.

Con el fracaso se sufre profundamente, pero de él se aprenden muchas cosas si alguien te acompaña correctamente en la experiencia, y se afronta con decisión, valentía y voluntad de superación.

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